El sol entraba apacible en un enorme salón de piedra y
madera, los enormes tapices verdes ondeaban en las paredes acompañando una leve
briza que junto con la luz del sol pasaba por las ventanas. El salón,
preciosamente decorado con muebles de madera y coloridas flores, se encontraba prácticamente
vació, en un rincón dos músicos alegraban el ambiente con suaves tonos y en
otro una sirvienta arreglaba las flores mientras un hombre no muy mayor estudiaba
de pie varios mapas dispersos sobre una enorme mesa, sobre ellos había
dispersos varias figuras de marfil de distintas formas y colores, rojos,
amarillos, verdes, negros… Inmerso en sus pensamientos el mundo a su alrededor
no era más que una visión borrosa a la que no prestaba atención, vestía de
forma simple comparada con la de los sirvientes, vestía un tabardo verde con
pequeños detalles en oro, casi imperceptibles, y una enorme capa verde que lo
envolvía, la única flor Tyrell que llevaba era pequeña y la formaba el broche
que unía ambas partes de su capa.
Un guardia se acercó al
señor cruzando el salón, una vez cerca puso su rodilla en el suelo y le hablo -Mi
Lord Kelian, llego un mensajero de la guarnición norte, parece urgente – Kelian
sujeto con fuerza la figura entre sus manos, seguro eran malas noticias.
Unas habitaciones más allá una hermosa mujer rubia y piel
blanca miraba por una ventana hacía los campos que se extendían lejos de su
castillo, vestía una túnica negra casi transparente, solo tapando allí donde
los complicados detalles obstruían apropósito la visón. Detrás de ella dos
sirvientas en hermosos vestidos rojos sacaban brillo a una serie de joyas
mientras otra muchacha preparaba un enorme baño lleno de pétalos de flores.
-Lady Liz… el baño ya esta listo
-Gracias, pueden retirarse
Las sirvientas obedecieron, la señora no estaba de buen
humor, una vez fuera las dos más jóvenes fueron a guardar las joyas a los
aposentos de la señora.
-¿Por qué estará tan molesta?
-Parece que hace mucho que no esta con el señor…
-Eso son tonterías de las cocineras, ¿Cómo no va a estar con
él siendo tan linda?
-A algunos hombres les interesan otras cosas además de una
cara bonita Grace
Grace continuo un rato más en silencio, ¿Qué podía ser más
importante que ser bonita?, ¿y como su hermana sabía algo como eso?
-No seas tonta Joan, es lo que termina importando
-Grace, con el tiempo las cosas cambian y lo físico no es lo
único
-¿Y como estas vos tan segura de eso?
-Porque presto atención, vos también deberías
-Yo siempre presto atención, ¿no ves lo linda que estoy y
como arregle los detalles del vestido?, es como el de las demás, pero único,
¿no te fijaste?
Joan la miro un rato, haciendo de cuenta que juzgaba… su
hermana era tan infantil para su edad..
-Sí, esta precioso
-Viste!!
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